sábado, 4 de septiembre de 2010

Subjetividad, adolescencia y política


LA CONSTRUCCION DE LA SUBJETIVIDAD EN EL CHILE PREVIO A LA CAIDA DE ALLENDE
Reflexiones en torno a la película MACHUCA, de Andrés Wood
por Benito Espindola y María Elena Hechen

La película plantea de una manera bellamente poética las vivencias de dos chicos preadolescentes en el Chile de Allende. Uno de ellos perteneciente a una familia acomodada, que manifiesta problemas de relación con sus compañeros de escuela, es quien finalmente resulta el verdadero protagonista. El otro personaje, el proletario, vive junto a su madre y una hermanita en un asentamiento ilegal. Ambos personajes se vinculan por un proyecto de inclusión que un Colegio religioso privado de los más importantes del país lleva adelante, esto es integrar a chicos de familias de escasos recursos procedentes de una villa, con la idea de que aprendan a respetarse mutuamente. De esta forma, los protagonistas comparten el aula y surge entre ellos una amistad atravesada por diferencias de clase, en el escenario de un clima de enfrentamiento social que vive la sociedad chilena. Esta película nos permite reflexionar acerca de cuestiones muy elementales que tienen que ver con el proceso de construcción de la subjetividad. Partimos de pensar que las categorías de tiempo y espacio ejercen un impacto fundamental en la vida individual y social de los sujetos. Y en ese sentido decimos que la familia es el lugar donde se inicia el proceso de constitución subjetiva, la escuela es el espacio que permite tal desarrollo y que a la vez forma parte de un contexto social y cultural que la contiene. La sociedad es el lugar donde ese proceso de construcción de identidad y subjetividad se continúa a partir de las relaciones con el otro en un tiempo y dentro de un proceso histórico.
El escenario en el que se desarrolla la trama es una sociedad en crisis, donde no existen normas claras, y en la que resulta imposible pensar un proyecto de vida. Todos los personajes evidencian profundas contradicciones, en este sentido resulta muy significativa la mirada de Gonzalo, en permanente búsqueda de redes que lo sostengan y hagan inteligibles las intensas vivencias de esa época. Sabemos de la importancia de contar con ciertas certezas como poder pensar a la sociedad como una estructura estable en cuanto a relaciones sociales, normas, etc, para pensarse a sí mismo como sujeto y para poder proyectarse en un futuro.
En el caso del chico de clase acomodada, con experiencias de profunda soledad ligadas a una madre que aparece como lejana en cuanto a la vida familiar y en cuanto a la realidad de su país, que además manifiesta situaciones de traición a su esposo que incluyen a su hijo como cómplice. Podemos pensar que esta madre no logra constituir para Gonzalo la necesaria función de sostén que necesita un cachorro humano para constituirse en sujeto social. En tanto el padre traicionado sin demasiada conciencia de ello, manifiesta cierta posición política o interés por la realidad del país “para Chile es bueno el socialismo no para nosotros”, y propone como único proyecto que incluiría a la familia el irse del país, cosa que Gonzalo apoya vivamente en tanto su madre calla. Hay una escena muy interesante que señala de manera precisa el choque de costumbres entre ambos personajes. Gonzalo presenta náuseas en el excusado de la villa, esto resulta esclarecedor respecto de la influencia que ejerce la cultura en el sujeto y las marcas en el cuerpo que deja. Seguimos en este punto la postura de Norbert Elias al señalar cómo el sentido de la repugnancia es un concepto absolutamente cultural.
Tomamos los desarrollos de Marc Auge en relación a la idea de lugar como “...una instancia de identidad, de relación y de historia,...un lugar simbólico y por ende antropológico” para pensar la sociedad, la escuela y las familias de estos niños y reflexionar hasta que punto ese colegio podría convertirse en un lugar, más allá de las buenas intenciones del director.

Seguimos los planteos de Baudrillard respecto de la posesión de los objetos y el simbolismo que éstos suponen, así aparecen ciertos objetos muy significativos en la época; la leche condensada, las adidas, los libros de historietas de El llanero solitario, y la bicicleta, con todo el simbolismo de libertad que esta última supone para un niño, y que se manifiesta en varias escenas. Absolutamente precisa nos parece la metáfora de la bicicleta, Gonzalo es el único que la posee y que le permite escapar de ese barrio que no es el suyo, y en la escena final abandonar a su amigo, que no tiene esta posibilidad y que queda como congelado con una mirada de profundo dolor cuando los militares irrumpen en la villa y asesinan a su amiga, así como también por ver escapar a Gonzalo. Machuca aparece como un personaje sólido, con una madre que manifiesta una clara posición de dignidad a pesar de su situación de vulnerabilidad por su condición de pobre. A la vez que expresa su deseo de hacer lo posible por que su hijo intente no resignarse a su condición social y salir adelante en la vida. Esto puede verse en esta imagen, el chico en primer plano y la madre fuera de foco, pero en cuadro, manteniendo entre ellos un vínculo muy fuerte. De manera que el vínculo de Gonzalo con Machuca le brinda un anclaje muy importante, le permite situarse de una manera más segura en el mundo. Así como también el personaje de la vecina de Machuca, personaje femenino que introduce a ambos en el mundo del deseo, ejerciendo con Gonzalo especialmente una función habilitante. Resulta muy sugestivo el uso del tema "Chico de mi barrio" de una cantante argentina, que remite a una cuestión de libertad de la adolescencia temprana, pero hay detrás un claro guiño de ironía porque este chico no es del barrio, usa zapatillas adidas, lo que lo diferencia de la gente de la villa, y en definitiva le brinda la oportunidad de escapar. Desde el punto de vista del lenguaje fotográfico hay una utilización muy importante de los primeros planos que remarcan la importancia de entrar en el mundo interno del personaje principal, de seguir permanentemente la mirada del protagonista descifradora de la compleja realidad que le toca vivir. Sobre todo teniendo en cuenta que a la natural complejidad que implica el desarrollo del sujeto y su vinculación con el otro debemos sumarle en este caso la situación de profunda crisis que atraviesa la sociedad chilena, que tan bien muestra Andrés Wood y que en ningún momento pretende explicar. Resulta muy significativa esta fotografía de la película donde aparece Gonzalo en primer plano sosteniendo de forma simultánea banderas de izquierda y nacionalistas, y desenfocado en el fondo de la imagen militantes de Allende sosteniendo una foto de él, e infinitas banderas rojas que sirven de marco a este niño que está tratando de desentrañar lo que ocurre, y buscando permanentemente elementos de identificación.

BIBLIOGRAFÍA: AUGE, MArc. Los no lugares. Ed. Gedisa. Barcelona.1993 BAUDRILLARD, Jean: El sistema de lso objetos. Ed. Siglo veintiuno. México.1995 ELIAS, Norbert: El proceso de la civilización. Ed. Fondo de Cultura Económica. Bogotá. 1997

Fragmento de la película Machuca

Dar lugar al sujeto en la adolescencia

En la adolescencia se da un pasaje de la dependencia a la autonomía. Ese paso inevitable presenta dificultades y riesgos. El papel del adulto es afrontar, ni soportar pasivamente ni reprimir ciegamente, andamiar, sostener, pensando en todas las funciones que nos caben a los adultos como padres o profesores.
No combatir sino acompañar. En el acompañamiento hay lugar para el sujeto.