"Me parece que todo ser humano tiene, en su alma, un sonido bajito, su nota. Es el sonido de su singularidad, de su ser, de su esencia, y si la sonoridad de los actos del ser humano no coindice con ese sonido, con esa nota, esa persona no puede ser felíz".
De la Película "Sin testigos" de
Nikita Mijalkov