Los libros ilustrados y el libro álbum son para el niño la puerta de entrada a dos lenguajes: el literario y el visual. Los ayudan a adquirir competencias que harán a su vínculo con el arte y el diseño sí, pero también y sobre todo, con diferentes maneras de decir el mundo. "Herramientas de narración", dice Isol. "Esa gimnasia compartida con el lector, no puede sino hacer bien al fluir de la vida. Los niños nacen con ese fluir, no están esperando que algo sea de tal o cual manera, en principio. Y sus dibujos hablan de maneras a la vez sutiles y gritonas de sus sentimientos, miradas del mundo, movimientos vitales. Lo previsible y aburrido llega después. El pensamiento artístico busca volver a conectar con ese canal, que lleva a los grandes descubrimientos personales, no comunitarios o socialmente impuestos. Si algo de esto queda en la obra, se nota."
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