sábado, 6 de noviembre de 2010

Para cerrar este espacio de producción del 4º año de la Carrera de Bibliotecología del ISET 18...

Nada mejor que la palabra de ellos, los bibliotecólogos:
y sus reflexiones respecto de los interrogantes que se plantearon:

" Ya que el tiempo de la escuela está en disonancia con el tiempo social en cuanto a la inmediatez, se podría dar lugar al diálogo, como condición necesaria para la construcción de la subjetividad. Actividad que podría ser parte del Proyecto anual de la Biblioteca, encuadrando como contenido prioritario la oralidad.
* En comunidades como estas es imprescindible planificar todas las actividades que se realizan en la Biblioteca. Esto debe realizarse atendiendo al modelo de “Bibliotecas centradas en el usuario” en las cuales todo se lleva a cabo teniendo como prioridad la satisfacción de necesidades de información de los mismos.
* Intentar organizar en forma conjunta la tarea de todos los involucrados en la tarea de transmitir en la escuela y llevar acabo la práctica “Entre varios” propuesta por Perla Zelmanovich. Aquí la biblioteca puede participar como agente activo de este proceso y contribuir a dar y fomentar ese espacio de diálogo tan necesario en la tarea educativa.
¿Por qué la Biblioteca aparece en diversas instituciones como un espacio vacío? (Abordando el concepto de vacío en todas sus dimensiones, incluso la cultural, como ausencia de diálogo) ¿Qué hacer para fomentar y aumentar la presencia de usuarios en la Biblioteca escolar y lograr al mismo tiempo que se convierta en un espacio de intercambio?
Ana Clara Bereta


¿Cuál es el valor simbólico que tiene el libro en los sujetos de escuelas públicas en este contexto histórico-social?
El bibliotecario tiene que reformular su misión para poder subsistir en este complejo mundo. Ya no nos podemos plantear quedar afuera del mundo tecnológico, sino unir este medio a nuestro ámbito de trabajo. Nuestra función tendrá que ser acercarles a los estudiantes la posibilidad de trabajar con un “texto completo” y poder “manipularlo” en cualquier soporte, ya que si trabajamos con un soporte virtual, podríamos incluso, sumar nuevos usuarios que le dan mas énfasis a lo tecnológico.
¿Es utópico pensar que podremos sortear tantos obstáculos en dicho contexto? Como manifiesta Perla Zelmanovich “Tal vez, se trate de sostener la ‘apuesta’ de que tenemos algo para dar, y de ese modo mantener nuestro lugar de mediadores con la sociedad y con la cultura, habilitando espacios de protección que conviertan a niños y jóvenes en sujetos de la palabra” .
“Siempre teniendo en cuenta que en las escuelas nos cabe la responsabilidad de preservar al niño, ejerciendo, ejercitando, nuestro papel de mediadores con la realidad, porque esa mediación opera como pantalla protectora”.
Emanuel Santancini

¿qué pasa con muchos docentes que no pueden lograr transmitir a los alumnos un panorama más alentador?… como dice Zelmanovich “Resulta necesario darnos la oportunidad, en la escuela, de enseñarle al sujeto que aún no eligió su destino. Se trata de no creer que éste ya está jugado, esto es, de darle margen para que pueda seguir ensayando. Tanto las modalidades discursivas desafiantes y silenciosas como las salidas anticipadas pueden ser pensadas como un llamado, una apelación al adulto para que no aumente el desamparo… Pensar en una escuela que le dé oportunidades para ensayar, con adultos que puedan acompañar ese proceso, que hagan diferencia con lo que acontece fuera de ella.”
Si bien el panorama para algunos puede ser negro creo que la escuela debe ofrecer otra realidad… la otra cara de la moneda. Y somos nosotros los que debemos comprometernos con esa otra realidad para poder transmitírselos a ellos.
Karina Zeni

Como mediadores entre los niños y los libros, sabernos lectores, puede contagiar el entusiasmo, el deseo. Es el espacio de la biblioteca el que puede ofrecer otra mirada acerca de la lectura y los libros, para acompañar y facilitar un camino difícil, ya que leer es una práctica cultural compleja; para ofrecer lecturas, no para controlarlas. Dar de leer no es otra cosa que ofrecer a los chicos la oportunidad (tal vez única) de encontrarse con universos diferentes a través de las palabras, dar de leer literatura es entregar un patrimonio personal y universal, que congrega voces, palabras y experiencias, en un poema, en un cuento. La relación con la voz es una huella imborrable en el inicio de los pequeños lectores.
Que la escuela dé de leer no solo implica el compromiso básico de alfabetizar a los alumnos sino conlleva esa necesidad de formar lectores críticos y autónomos que deben participar de la cultura escrita.
Debemos ser los bibliotecarios con los docentes, aquellos adultos, que saben dar a los niños las llaves necesarias para entrar a un libro, seguir a su lado en su formación de lector, acercando, acompañando, leyendo con; es uno de los modos de fomentar y valorar junto con él, la significación social y personal del hábito lector.
¿Qué papel juegan las lecturas en el espacio escolar actual?
Ester Jofre

¿Qué le pasa al adolescente de hoy?,¿cuáles son sus deseos y aspiraciones?¿Son escuchados por su entorno, su familia?¿cuáles son sus sueños?
La organización de la escuela como "lugar de vida" puede ayudar a los jóvenes. El establecimiento de estructuras flexibles y abiertas al mundo exterior puede evitar, en ocasiones, tener que recurrir a un circuito médico social de ayuda y asistencia. Además se podría motivar al alumnado a través de trabajos grupales dialogados para obtener información sobre sus gustos o temas que puedan atraer una mínima atención como para acercarlos a mi territorio, “LA BIBLIOTECA”.
Mariela Corti

¿Cómo podemos actuar en la escuela frente al problema de la violencia?.
La escuela puede funcionar como un adulto alternativo, por eso, los docentes tenemos la responsabilidad de ser mediadores de la realidad, por medio del juego y de la ficción.
Para descubrir y tratar el origen del malestar que produce esa violencia podemos
trabajar de manera interdisciplinaria en la escuela, con un equipo psicopedagógico y con las distintas áreas escolares. Podemos empezar escuchando y observando a los alumnos que se nos presentan como “problemáticos” y ofreciendo distintas alternativas de expresión como dice Iván Ruiz suponer al sujeto es “ofrecerle una historia para que pueda seguir escribiendo”. En nuestro caso, como bibliotecari@s con juegos y cuentos, ser, en una palabra, fomentandores de la imaginación.
Andrea Alorda

¿Cómo pueden los adultos ayudar a los jóvenes de la postmodernidad en el uso de las nuevas tecnologías, brindarles herramientas que desconocen y atraerlos al mundo del conocimiento, siendo que ellos son usuarios nativos y los adultos extranjeros?
Cuando se trata de jóvenes de clase media alta, cuyo principal interés reside en las nuevas tecnologías, en ver quien posee el mejor celular o tiene más amigos en Facebook. Se trata de jóvenes que viven en una realidad acotada por sus grupos de pertenencia, a los que les cuesta aceptar otras realidades, que por otro lado, no conocen, ni intentan conocer. Y que sus padres muchas veces niegan.
Conviven en un mundo tecnológico, mediatizado, que les muestra una realidad idílica que tiene poco sustento en el contexto actual. Este medio les exige una constante innovación y actualización, pero no les brinda herramientas reales para acceder a la información pertinente necesaria para ello. Utilizan, como cualquier joven, su propio lenguaje y medios de comunicación e implementan nuevas formas hipertextuales de leer y aprender, a partir de la generación Windows.
Viven en una sociedad donde la vida privada pasó a ser pública y son los más jóvenes los que necesitan mostrar cada una de sus actividades, fotos y amigos en la Internet. Necesitan compartir y comunicar los hechos de su vida cotidiana como una forma más de buscar su propio lugar e identidad.
Desde la posición del adulto, en la biblioteca se plantea la posibilidad de atraer a los jóvenes realizando talleres de uso de Bases de Datos en línea. Brindarles herramientas para buscar y recuperar información pertinente de forma eficiente. Enseñarles a evaluar la información, a tener una mirada crítica frente a los contenidos de Internet y su veracidad. Brindar en la biblioteca un lugar donde ellos puedan aprender a aprender, aunque piensen que lo saben todo, y que los adultos y la sociedad en general no tiene nada para ofrecerles; mostrarles que pueden expandir sus horizontes y encontrar otros futuros posibles.
Sofía Bacalini

¿Se está sobre-exigiendo a los niños en el afán por prepararlos para la vida adulta? ¿Existe un lugar para la infancia “laissez faire” en este segmento poblacional? ¿Puede la biblioteca contribuir a “liberar un poco la presión de esa carga o sobrecarga” de actividades mientras al mismo tiempo ofrece un espacio de ensayo de sus habilidades?
Esta biblioteca no tiene necesidad entonces de suplir falencias de nutrición, ni de abandono, ni cualquier otra condición generalmente asociada con las clases más humildes. Sin embargo, estos niños sufren carencias que los niños carenciados no sufren. Es decir, a la mayoría de estos niños les falta un ámbito de recreación pura. Muchos están recargados de actividades como la doble escolaridad, uno o más deportes, otros idiomas, varios compromisos sociales, etc. y adolecen de tiempo para recrearse debidamente y por decisión propia. Es por eso que este año se decidió comenzar a crear una ludoteca, como forma de acercar a los niños a las bibliotecas y entregarles un espacio de recreación sin compromisos de aprendizaje y sin limitar sus decisiones a la hora de elegir la forma que esa recreación adoptará. “Es un “consentimiento” con el que necesitamos contar por parte de nuestros alumnos para poder establecer algún diálogo y por esa vía, hacer efectiva algún tipo de transmisión.” P. Zelmanovich.
En este contexto, el bibliotecario puede trabajar en esa transmisión y en la construcción de conocimientos sin las trabas externas que una realidad social diferente pondría sobre el desarrollo del diálogo educativo niño-adulto o alumno-docente.
Una de las formas que toma este trabajo es la Formación de usuarios. En este espacio se intenta transmitir cierta instrucción, generando un espacio de protección que pasa por lo lúdico y por la creación de un ambiente de carácter narrativo, estableciendo al mismo tiempo, las bases constitutivas de las cláusulas que rigen dentro de la biblioteca.
Gustavo Bourguignon

¿Cómo podemos desde el lugar de  bibliotecólogos de la escuela ayudar y acompañar a los adolescentes en su viaje a la juventud?
Nosotros también desde nuestro lugar en la escuela podemos intervenir para que los adolescentes encuentren su lugar en esta sociedad. Un lugar respetable, colaborando con él para que pueda ser crítico, discernir y reflexionar mediante la charla con sus pares, acerca de  la realidad que se le presenta.
Fomentar un  pensamiento crítico en los adolescentes, que los ayude a detenerse y pensar sería como darles una herramienta con la que puedan  hacer frente a todo lo que la sociedad les ofrece, analizando y evaluando las problables consecuencias. Ya que los adolescentes en esta vorágine no se detienen a pensar qué les conviene y qué no , no analizan sus acciones y las consecuencias que ellas pueden acarrear, aceptan todo y quieren todo al instante sin siquiera pensar que es lo que están haciendo ni deteniéndose para valorar lo que han conseguido. 

Carmen Ojeda
¿Como lograr que los jóvenes y adultos dejen de ver la biblioteca como un simple almacén donde se guardan libros y al bibliotecario como un mero despachante de ellos?
El hecho que los alumnos encuentren en el ámbito de la biblioteca un espacio para su desarrollo intelectual y también subjetivo, crea condiciones en vista a la construcción de los llamados procesos de ligadura simbólica.
El malestar educativo es un hecho objetivo, sin embargo considero que las actitudes voluntarias por sí solas no alcanzan.
La institución y todos sus actores debemos comprometernos en un proyecto que tienda  a producir una inscripción subjetiva de los jóvenes en la vida escolar. Para ello pienso que es necesario que los adultos que transitan por las instituciones escolares tomen conciencia del lugar que les cabe como transmisores de cultura, pero abiertos a la posibilidad de que la misma pueda ser resignificada por los jóvenes desde su singularidad.
Para finalizar coincido con Perla Zelmanovich en su mirada acerca de la institución educativa como un territorio en el cual, mas allá de la confrontación o no intergeneracional, debe tener en cuenta su capacidad para “promover canales que habiliten en los sujetos deseos singulares” y “que a la vez logre motorizar en los sujetos puntos de amarre en la cultura del diálogo que promuevan trasmisiones que los liguen desde una posición singular a una escena colectiva”.
Viviana Vansteenkiste

2 comentarios:

  1. Muy interesantes las reflexiones finales! Me encantó conocerlos!!

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  2. Gracias a todos por la experiencia compartida, fue de gran ayuda para mí, y muy interesante.
    Un placer conocerlos y completar el cursado con todos ustedes.
    Nos seguiremos encontrando...
    Sofía

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